Ralph i Rubén: Monestir de San Miquel dels Reis de València

MONESTIR  SAN MIGUEL DE LOS REYES

Raplh: ¿Sabías que fue el Duque de Calabria el que ordenó construir el Monasterio de San Miguel de los Reyes?

Gambino: Pues no, la verdad es que no conozco bien la historia del edificio.

R: Pues fue por 1545. Sobre un pequeño monasterio cisterciense, del que ya no queda nada, se proyectó la construcción de un nuevo edificio que incluyera un monasterio, una escuela, una biblioteca y un panteón. El proyecto lo realizó Alonso de Covarrubias. El nuevo monasterio pasó a manos de los jerónimos.

R:  Sobre la fachada todavía se conserva el escudo del Duque.

G: La verdad es que es un edificio muy grande.

R: No siempre fue así. Al principio, ocupaba menos de la mitad que ahora. Luego, se añadió la iglesia, y a finales del siglo XVIII empezó a construirse el claustro norte.

G: Entonces, por la fecha en que se construyó, será renacentista.

R: Sí, el claustro sur es una de las obras del renacimiento más notables de Valencia. La iglesia es posterior, como se aprecia en la fachada-retablo, mucho más adornada.

G: Realmente, la iglesia, es muy bonita.

R: Grandes obras como esta, dan fe de un pasado de gran poderío económico.

G: Así es. Demuestran el poder de nobles y clérigos y el trabajo de pobres obreros.

R: Es un honor para Valencia tener tan cerca el monasterio. En algunos aspectos recuerda al Escorial.

G: Sin embargo, a mí me da un escalofrío cada vez que lo veo.

R: ¿Por qué? Aquí oraron durante centenares de años los frailes jerónimos, y también se ocuparon de conservar y enriquecer el conocimiento de su tiempo, cuidando de la biblioteca.

G: Ojalá hubiera sido siempre un lugar destinado a la sabiduría y a la meditación, pero en él ha habido también mucho sufrimiento.

R: ¿Por qué dices eso? Ahora es la biblioteca municipal.

G: En 1835 pasó a ser edificio público, propiedad del Estado. Poco después se destinó a casa de beneficencia, pero luego se convirtió en cárcel. Primero fue cárcel de mujeres y, tras la guerra civil, fue presidio estatal.

R: Pero a la cárcel van sólo las personas que han obrado mal contra los demás.

G: No siempre ha sido así. Tras la guerra civil, en San Miguel encerraron a muchas personas sólo por ser de una manera de pensar diferente a la del bando que ganó. Algunos de ellos no volvieron a salir vivos. Otros padecieron castigos durante años.

R: Entonces me alegro de que ahora sea la biblioteca. Es mejor almacenar libros que hombres.

G: Antes de ser biblioteca, fue un colegio público. A muchos padres no les gustó la idea de que sus hijos jugaran en el mismo patio dónde unos años antes, los presos eran castigados o morían.

R: No es muy bonita la idea, pero creo que de eso ya no debe quedar nada. No creo que los fantasmas de los que murieron ahí se dediquen a molestar a nadie ahora.

G: Yo tampoco lo creo, pero aún así, no puedo evitar el escalofrío cuando entro al patio.

G: Y no creas que es por ver al demonio vencido.

Rubén Roldán Blay             4º ESO A